lunes, 4 de abril de 2011

Más de nada... (Parte lll)

Se hallaba en la semana de exámenes finales, pero poco o nada de importancia le prestó a repasar sus separatas.  Sabía que  de todas formas ya había pasado el ciclo, e inclusive contaba con qué los estudiantes del turno mañana le dieran las respuestas de la prueba.

Al ingresar a su salón, se unió a su pequeño grupo de amigos.

-Brian, ¿conseguiste las preguntas?.
-No sólo las preguntas,  sino también las respuestas. Ya tenemos ocho de diez. Mas bien memorízatelas rápido que no tarda en llegar la profesora.

 Busco con la mirada a Gino y lo divisó a un rincón con una hoja parecida a la suya. Se acercó con el fin de saludarlo, pero al verlo de cerca pudo darse cuenta que este, se hallaba muy concentrado en lo que estudiaba, fue por eso que no le paso la voz siquiera.
Se sentó a su lado y empezó a retener todo lo que el papel contenía.
Luego de un cuarto de hora, la profesora encargada de la toma de pruebas hizo su entrada y advirtió que el examen estaba a punto de iniciar. Para ese entonces, Pablo ya había logrado grabar completamente la hoja de las respuestas.

Mientras la profesora iba entregando las pruebas, se podía observar algunos rostros que lucían preocupados, inclusive de personas que habían dado un buen repaso a sus separatas. En el caso de Pablo era todo lo contrario, sabía que su “método de aprendizaje” daba resultados, ya que en los parciales había usado la misma metodología y había obtenido notas muy altas.


El tiempo de duración del examen era de 60 minutos, muchos acabaron en la mitad del tiempo establecido y se reunieron afuera del aula para comentar si las respuestas habían sido las mismas para todos.  Para Pablo, Gino, Bryan y Jerson todo estaba dicho,  las preguntas fueron aquellas que minutos antes habían memorizado, así que no había nada en que preocuparse. Se despidieron de sus compañeros y se dirigieron rumbo al paradero, donde esperaría cada uno su respectivo micro.
 Gino  a diario contaba su clásico chiste del día, ese que le hacía merecedor de un “lapo” por parte de los demás, pero que al fin de cuentas terminaba haciendo reír al grupo, pero no por ser gracioso, sino por la forma estúpida de contarlo.
Todos se burlaban de Gino a excepción de Pablo, había llegado la hora de las nubes, ese lapso de tiempo que conversar con Pablo era como si le hablaras a las paredes de tu habitación. ¿En qué andaba su mente de Pablo? No era necesario ser adivino para saberlo. Todos ellos conocían ya la historia de Camila e inclusive la constante pesadilla que no lo dejaba en paz.
A todo esto, los amigos de Pablo le habían dicho que  lo mejor era olvidarla, ya que lo más probable era que ella ya lo haya puesto en su pasado y esté viviendo una nueva vida sin él.
Pero ahí seguía ese sueño, que él lo había interpretado como una espera de por vida, la esperanza de algún día volver con su amada seguía perenne y más viva que nunca, a pesar que no pasara de ser una simple y tonta quimera.
“En mis sueños la esperaba sentado, sin moverme, en la realidad ocurrirá igual; no en vano esto me persigue, es como si Camila me mandara señales”, les había dicho a sus amigos.

Para qué ponerle más velas al muerto, se decían Gino y Jerson, si él quiere hacerlo es su problema, nosotros ya le aconsejamos, pero él quiere seguir en eso.

La línea de bus que Bryan y Pablo tomaban era la misma, y Bryan aprovechaba esto para seguir aconsejándo a su compañero, pero este le hacía oídos sordos o cambiaba de tema. Al darse por vencido “La urraca”, como le decían a Bryan por hablar desmedidamente, terminaba por seguir la otra conversación originada por Pablo.

El micro lo dejaba a  Pablo a unas cuantas cuadras de su casa. Cuando se dirigía, sintió que alguien lo llamaba.

-¡Hey Pablo!

Volteó a ver de quien se trataba y le tomó unos segundos reconocerlo.

-No me digas que no te acuerdas de mí. Soy Luis, tu ex vecino.
-Hola ¿Cómo has estado? Fíjate que estoy en la última semana de mis exámenes y ando un poco volado. Fue por eso que no te reconocí a primera vista.
-No hay problema. ¿Cómo has estado?


Luis Zambrano, ex vecino de Pablo y fue él quien le presentó a Camila en una fiesta.
No tenían una gran amistad, pero solían andar juntos de vez en cuando, antes que Pablo estuviera en planes con Camila, claro está.
Luis jamás le había comentado acerca de un posible sentimiento de atracción hacia Camila, pero en el tiempo que Pablo logró que se convirtiera en su enamorada, ella le comentó que tiempo atrás Luis le había confesado su amor.
Luego Pablo dejo de andar con Luis y pasaba todo el tiempo  que le fuera posible con Camila.
El distanciamiento entre ellos se hizo notar.
A los pocos días  Luis se mudó a otra zona, sin despedirse de nadie, pero en realidad a muy pocos les afectó su partida.


-Pues muy bien, ingresé a la universidad y ya dentro de 2 días salgo de vacaciones…
-¡Ah fíjate!. ¿Qué estudias?
-Comunicaciones en la San Palomino.
-Ahhhh. ¿Es nueva no? Jamás he oído hablar de esa universidad.
-Sí, tiene pocos años, pero ya pues, se hace lo que se puede.
-Oye dejando a un lado los estudios. Ayer conversé con Camila. Hace poco me enteré que se fue a estudiar a Rusia y la llamé.


El tema que más le costaba abordar a Pablo estaba a punto de ser tocado, talvez le hubiese mandado un mensaje y eso sería el motivo de la visita de Luis. Sí, eso debe ser, pensó; y se animó un poco.


-¿Ah, sí? ¿Y de qué hablaron?
-De todo un poco. ¿Cómo le estaba yendo? ¿Si pensaba pasar sus vacaciones aquí?
-¿Y qué fue lo que te dijo?

Pablo veía venir la respuesta, Camila volvería a Perú con el pretexto de pasar las vacaciones con su familia y lo terminaría viendo a él. Eso debía ser.


-Pues que le estaba yendo genial, como nunca antes imaginó. Y qué para vacaciones, aprovecharía en adelantar algunos cursos.

El entusiasmo interno de Pablo se desmoronó, pero que más daba, el conocer que Camila andaba bien le llenaba de cierta alegría y eso era suficiente para él.

-Pues me alegro mucho. Tal como esperaba, no siempre ha sido tan dedicada a sus estudios, pero tampoco los ha descuidado en ningún momento.
-Sí, yo también lo suponía. ¿Oye, y que pasó con ella? ¿Cómo así terminaron?
-Es una historia larga, hasta se podría decir que aburrida.
-Seguro sales con otra chica ahora..
-No, también me dedico a mis estudios, al igual que ella. No le doy mucho tiempo a esos temas, prefiero dejarlos para después.
-Pero para todo hay tiempo.Inclusive Camila anda bien en sus estudios y lleva saliendo con un chico por ya casi 3 meses.


La granada explotó. Pablo sabía que la llevaba en su mano y sin seguro por ya buen tiempo, pero no quería arrojarla.


La noticia fue de un impacto mortal. Quiso alejarse de allí y dejarlo a Luis hablando solo, pero no podía manifestar la tristeza que albergaba su corazón a esa persona que vino con la intención de hacerle sucumbir ante esta.

-!Anda! Ni enterado estaba.
-Que raro, ¿acaso no te comunicas con ella?
-No mucho, no tengo tiempo. Más bien tengo unos trabajos pendientes y creo que ya es hora  de irme.
-Ok. Oye pero juegate tu número para conversar un día de estos y ver que hacemos para fin de ciclo.
-Claro te doy mi fono.

Pablo le dio un número falso y se marchó.

5 comentarios:

  1. ta xvre la 3º part pro no la agas tan larga pz!! n k va acabar too??? =P ... aasu a sperar asta el oto lunes, no??? =)

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  2. El próximo lunes nuevo post, y se va a poner super bueno; valdrá la pena la espera.

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  3. muy bueno paul...aunke los dos primeros parrafos creo que los pusiste de relleno...pero despues se puso interesante...pobre pablo...su caso se parece a cosas que pasan en cualkier aspecto de la vida, cuando uno piensa en en noticias positivas estas se pueden revertir en contra...

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  4. Hace tiempo que no paso por el blog, pero leí esta parte de la historia y me partio el corazon, pobre Pablo. Pero fue la mejor decisión la que tomo al final, es un gran paso para empezar a desprenderse del pasado o todo lo que lo lleve a él.
    Un besito, excelente tu manera de escribir. Te espero por mi blog cuando quieras (:

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